El último adiós de Kate Morton
No fue tanto el descubrimiento de una sola pista, como la unión de muchos pequeños detalles. Ese momento en que el sol se desplaza un grado y una tela de araña, oculta hasta entonces, comienza a brillar como tejida de fina plata. Porque de repente Sadie podía ver cómo todo está conectado y sabía lo que había pasado esa noche.
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