La Traición Del Rey de Jose Gil Soto
Tal es la condición humana -pensó-, capaz de encumbrarte hasta el cansancio; de engrandecerte, incluso sin merecerlo, de entregarte la vida por el simple placer de haberlo hecho ante el hombre más poderoso; pero también capaz de asestarte un golpe mortal en el segundo siguiente a tu caída, a tu desgracia. Así somos todos, hipócritas instalados en la falsedad de nuestras apariencias, sostenidos por los alfileres de las circunstancias, dependiendo de aquellos a los que podemos amar u odiar en un instante por salvar nuestro pellejo, vendidos en medio del breve tiempo que dura nuestra vida. ¡Qué vergüenza de género humano!
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