Cuando tomábamos café de José Carlos Sánchez Montero
Bendito país este, donde algunos pueden hacer según qué y otros no pueden decir cual.
|
Calificación promedio: 5 (sobre 7 calificaciones)
/
Cuando tomábamos café de José Carlos Sánchez Montero
Bendito país este, donde algunos pueden hacer según qué y otros no pueden decir cual.
|
Cuando tomábamos café de José Carlos Sánchez Montero
- Si las mujeres queremos ser dueñas de nuestros destinos , tenemos que hacer algo más que casarnos y cuidar de nuestras casa, nuestros maridos y los hijos. Debemos estudiar, Pepita. Formarnos. Tener amplitud de miras. Soñar. |
Cuando tomábamos café de José Carlos Sánchez Montero
- Y tú, una beata de saldillo. Con opiniones como las tuyas, las mujeres nunca podremos levantar la voz y hacer lo que nos venga en gana sin necesitar a un hombre a nuestro lado.
|
Cuando tomábamos café de José Carlos Sánchez Montero
Cundo eres pequeña el mundo da miedo. Se abre ante tus ojos y resulta enorme, inabarcable. Pero al mismo tiempo te parece curioso, te intriga. Luego creces.
|
Cuando tomábamos café de José Carlos Sánchez Montero
Ella, que siempre había tenido lo que le había dado la gana con un simple chasquido de dedos, se había convertido en un pobre reflejo de sí misma.
|
Cuando tomábamos café de José Carlos Sánchez Montero
Haz lo que te dé la gana. Siéntete libre siempre de hacer lo que quieras. No cedas. Si quieres ser escritora, sé escritora. Si quieres ser actriz, sé actriz. Haz lo que te dé la gana cuando te dé la gana y como te dé la gana.
|
Cuando tomábamos café de José Carlos Sánchez Montero
La felicidad se encuentra en las cosas más simples. En ser consecuente con lo que eres, y con lo que puedes llegar a ser. En no esperar demasiado de nadie, incluido uno mismo.
|
Cuando tomábamos café de José Carlos Sánchez Montero
El viejo expolicía apretó los puños y las mandíbulas para contener la ira, al tiempo que tragaba saliva; y con ella, el poco orgullo que aún le quedaba.
|
Cuando tomábamos café de José Carlos Sánchez Montero
Aquellas palabras retumbaron nuevamente el pecho de Carlos, como dos cañonazos torpedeando su línea de flotación, y casi consiguieron hacerle zozobrar.
|
Cuando tomábamos café de José Carlos Sánchez Montero
Te quiero, pero no puedo salir corriendo detrás de ti cada vez que se te ocurre alguna cosa, como cuando éramos niños.
|
Gregorio Samsa es un ...