La dama púrpura de Javier Torras de Ugarte
El mundo es cien veces más complicado cuando estamos deseando no entendernos con los demás.
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La dama púrpura de Javier Torras de Ugarte
El mundo es cien veces más complicado cuando estamos deseando no entendernos con los demás.
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La dama púrpura de Javier Torras de Ugarte
La belleza tiene un efecto sanador. Lo hermoso nos reconcilia con lo bueno que hay en nosotros, nos calma frente a la adversidad de la vida real.
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La dama púrpura de Javier Torras de Ugarte
Mejor morir con una sonrisa en los labios que con el sabor del dolor en la boca.
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La dama púrpura de Javier Torras de Ugarte
A menudo los hombres que rechazan el poder son los más cualificados para ejercerlo.
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La dama púrpura de Javier Torras de Ugarte
Las tradiciones con siglos de vigencia se cambian en un día, en una hora, si los hombres poderosos pueden beneficiarse de ello.
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La dama púrpura de Javier Torras de Ugarte
Nunca se viaja para llegar al final, porque en cada final hay un nuevo comienzo. Se viaja para recorrer el camino, y cada paso que damos nos lleva a un nuevo sendero.
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La dama púrpura de Javier Torras de Ugarte
Se nos suele recordar más por lo que perdemos que por lo que ganamos, intenta que las batallas en las que participes tengan la victoria asegurada.
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La dama púrpura de Javier Torras de Ugarte
Siempre regresaba, siempre estaba a su lado, compartiendo los dolores para que fuesen la mitad de intensos, y también las alegrías, para que fueran el doble de felices.
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La dama púrpura de Javier Torras de Ugarte
Lo que de verdad creo es que no es el destino el que otorga la felicidad, sino lo que nosotros esperamos de él.
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La dama púrpura de Javier Torras de Ugarte
Supongo que la vida es traicionarse a una misma una y otra vez para sobrevivir, y así hasta que descubrimos que la única forma de asegurar nuestra supervivencia es traicionar a los demás.
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La dama púrpura de Javier Torras de Ugarte
Lo sé, Irene. Es terrible, pero ahora mismo no eres más que una mujer y, por desgracia, eso no es mucho.
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La dama púrpura de Javier Torras de Ugarte
Permíteme que añore mi infancia cercenada ahora que voy a ser la madre de los romanos.
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Noche de Navidad o El Wendigo de Javier Torras de Ugarte
Cuando el viento te llama es que ha llegado tu hora, debes ir adonde nace todo para dejarte morir.
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Noche de Navidad o El Wendigo de Javier Torras de Ugarte
Es de una belleza excepcional, solo por esto ya ha merecido la pena el viaje.
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Noche de Navidad o El Wendigo de Javier Torras de Ugarte
Todo parecía detenido en el tiempo. El bosque se había sumido en una quietud tal que cualquier podría haber determinado la muerte coral del ecosistema al completo. Pero no era así, su corazón bombeaba sangre a una presión inaudita y frente a él se erguía una criatura monstruosa. (…)
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Noche de Navidad o El Wendigo de Javier Torras de Ugarte
(…) Lo que hacía allí no era frío, era algo mucho más poderoso y penetrante, un sentimiento atroz e inhumano con reminiscencias de tiempos pasados. El viento helado portaba consigo un aroma a rancio, a podrido y antiguo que se le metía por las fosas nasales y le paralizaba los pulmones.
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