Cartas con Geraldino Brasil de Jaime Jaramillo Escobar
En Bogotá, única ciudad en el mundo a 2600 metros de altura; el atardecer empieza con un hermoso color rosa que baña los cerros y las paredes de piedra. Ese color se va tornando en un violeta profundo y en pocos minutos las luces distantes navegan ya en un fondo tan negro que la tierra desaparece y la ciudad queda como suspendida en el espacio interestelar. Temes dar un paso, porque quedarías flotando en la galaxia.
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