Jaulas de seda ( Marabilia 4) de Iria G. Parente
—Seré clara, príncipe: vuestra madre tiene razón, tenéis muchos privilegios sobre vuestras hermanas. Y sobre mí. Y uno de ellos es que se os permite desear cosas. Se os permite incluso cambiar el mundo. El problema es que las muchachas hermosas, dulces, elegantes y silenciosas no tenemos oportunidades de hacerlo. No se nos pregunta qué queremos. Ni siquiera se nos enseña la respuesta, sino a dar la contestación que otros quieren escuchar.
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