Alma y los siete monstruos de Iria G. Parente
Cada día, cuando sonreía, cuando decía que estaba bien, que no pasaba nada, era un poco menos mentira.
|
Alma y los siete monstruos de Iria G. Parente
Cada día, cuando sonreía, cuando decía que estaba bien, que no pasaba nada, era un poco menos mentira.
|