El sol y la mentira de Iria G. Parente
En realidad, ahora creo que el amor es más bien como flotar en el espacio, sin dirección, sin nada a lo que poder aferrarte. Es como un vacío por dentro, como haberte detenido al borde de un acantilado. Es caminar por la cuerda floja y sentirte libre y asustado a la vez, sin saber qué decisión te lanzará en caída libre, y si tus alas funcionarán o se desharán y te precipitarás hacia ese océano sin fondo. Da miedo y es excitante, y lo único que deseas es cerrar los ojos y dejar que pase lo que tenga que pasar.
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