«O aún peor, la vida le estuviese cobrando los viajes. Al infierno no se va y se vuelve, así como así». ¿Cómo sobrevivir al pozo de la soledad, el aislamiento, el miedo, la frustración y la culpa? Hugo carga con un peso que no le corresponde. Nadie sabe qué nos espera al girar la esquina, menos un niño de seis años el día de su cumpleaños. El ser humano concibe la realidad de forma casual, marionetas en manos del destino, pero si lo que sucede es tan dramático como la polio de Olalla, necesita achacarlo a alguien, la incertidumbre no se gestiona con facilidad, se necesita un culpable al que castigar. Para los padres de Hugo la pregunta que ronda su cabeza es ¿realmente la enfermedad de su hija es un accidente aleatorio? ¿o fue por la decisión caprichosa e insistente de su hermano? «La soledad es un hueco en el que se alarga la noche». Crecer con la culpa. Asumir sin más que él es responsable de las idas y venidas de Olalla al hospital. En Hugo se genera la necesidad de no decepcionar más a sus padres, de complacerles y agradarles, buscando la aprobación, la pertenencia y el cariño, el problema surge cuando de esa necesidad constante de aprobación solo se recibe intranquilidad, inseguridad, desprecio y chantaje emocional. «Hugo se hizo cada vez más invisible». «La vida es muy larga y hay muchos caminos que recorrer». ¿Hubiese sido la vida de Hugo diferente sin la enfermedad de su hermana? No es la enfermedad de Olalla la que marca su mente, es la actitud de sus padres ante la enfermedad. Aurora y Francisco nunca compensarán a Hugo por el dolor y la ausencia. «El dolor no siempre empieza con la ausencia del otro». Hay tantas frases que me han sobrecogido dentro de esta hermosa historia de amor entre dos hermanos, «El silencio es capaz de mentir, tanto o más que las palabras». ¿Por qué se guardan secretos, por los otros o por nosotros? «Hablar de la causa que provoca la angustia es aceptar la posibilidad de que exista», no es fácil verbalizar que los que debían quererte y protegerte, son los que te dañan y abren las heridas. Fantástica lectura, muy recomendable. A veces, se nos pone en el límite del abismo, unas por perversidad, otras por miedo y algunas por exceso de cariño, de llegar a ese punto somos inocentes, víctimas, de cruzarlo, de lo que hagamos en ese punto de las decisiones erroneas que tomemos, culpables. + Leer más |