El Zarco de Ignacio Manuel Altamirano
La noche es para los malhechores favorables, cuando emboscan o emprenden un asalto; pero está llena de terrores y de peligros también para ellos, si descansan en la guarida. Así que su sueño nunca es tranquilo y esta turbado por cada rumor de la arboleada, por cada galope que se oye a lo lejos, por cada silbido del viento, por todo ruido extraño.
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