La danza de los tulipanes de Ibón Martín Álvarez
Hay heridas que nunca llegarán a cicatrizar por completo.
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La danza de los tulipanes de Ibón Martín Álvarez
Hay heridas que nunca llegarán a cicatrizar por completo.
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La danza de los tulipanes de Ibón Martín Álvarez
Dirigir un grupo no es solo dar órdenes, sino saber cómo darlas.
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La danza de los tulipanes de Ibón Martín Álvarez
Los efectos de los malos tratos no se diluyen por arte de magia cuando se elimina el problema, sino que perduran muchísimo tiempo.
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La danza de los tulipanes de Ibón Martín Álvarez
Hay vivencias que más vale borrar de nuestra mente si queremos seguir adelante.
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El ladrón de rostros de Ibón Martín Álvarez
Mucha gente de la ciudad ha buscado refugio en lugares apartados como Oñati. Esto ya no es lo que era. El equilibrio se ha roto. Nos han traído modos de vida que no encajan en nuestro valle.
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El ladrón de rostros de Ibón Martín Álvarez
Ciertas personas, cuando desaparecen, se llevan partes importantes de nosotros mismos. Yo también he pasado por eso. Pero tarde o temprano la música volverá a tu vida, ya lo verás.
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La danza de los tulipanes de Ibón Martín Álvarez
"La flor más hermosa puede inspirar los crímenes más atroces."
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El ladrón de rostros de Ibón Martín Álvarez
Pero mientras haya personas capaces de sembrar el dolor tendrán que existir otras que traten de impedírselo.
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El faro del silencio de Ibón Martín Álvarez
Leire corrió aún más deprisa. Por un momento, se llevó las manos a los oidos para ocultar los jadeos de su perseguidor, pero al volverlos a destapar los oyó tan cerca que sintió que estaba todo perdido. Parecía que fuera la propia niebla la que respirara tras ella.
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El faro del silencio de Ibón Martín Álvarez
Había llovido durante horas y hacía apenas unos minutos que el sol había ganado la partida a las nubes. A los hermosos tonos del cielo, se sumaban así unas notas salitrosas, arrastradas hasta la costa por una ligera brisa. Se mezclaban con el intenso olor a humedad que emanaba de la vegetación, empapada aún por las recientes lluvias.
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La danza de los tulipanes de Ibón Martín Álvarez
El viento del noroeste arrastra hasta la costa las partículas de agua y sal, para pintar su rostro y sus manos con una pátina que es al mismo tiempo pegajosa y refrescante. El mar lo es todo. En él se zambullen los recuerdos, las decepciones y las esperanzas.
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La danza de los tulipanes de Ibón Martín Álvarez
De vez en cuando alguna de las gaviotas que duermen en los aleros de los edificios que flanquean los muelles estalla en un graznido irritado que es imitado rápidamente por las demás. No hay mucho más esa noche en Mundaka, solo la quietud propia de un día de octubre que se apaga.
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La danza de los tulipanes de Ibón Martín Álvarez
A lo lejos suena una campana doblando a difuntos. La ertzaina trata de recordar la explicación que oyó una vez de boca de un sacerdote. Si el último tañido de la serie es agudo, el funeral es de una mujer, y si es grave, de un hombre. O es exactamente al revés? Tanto da. Aquel llanto metálico contagia su tristeza a un paisaje demasiado acostumbrado a las despedidas. El mar es fuente de vida y riqueza en las rías gallegas, pero tambien quien escribe a menudo la última nota musical de quienes tratan de bailar al son de sus olas.
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La danza de los tulipanes de Ibón Martín Álvarez
Araceli murió hace muchos años, el día que el hombre al que quería se convirtió en su peor pesadilla. La mataste. Lentamente, una y otra vez. La mataste cada vez que apagabas una colilla en su cuerpo, cada vez que la golpeabas, cada vez que arrojabas al suelo la comida que te había preparado, cada vez que la sometías al terror del chantaje.
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La hora de las gaviotas de Ibón Martín Álvarez
Jamás te arrepientas de hacer lo que piensas ni defender aquello en lo que crees .
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La danza de los tulipanes de Ibón Martín Álvarez
Los tulipanes representan organización, son flores que dejan poco al azar.
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La hora de las gaviotas de Ibón Martín Álvarez
Hay que tener mucho valor para mirar de frente a las heridas que duelen e intentar cerrarlas.
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La danza de los tulipanes de Ibón Martín Álvarez
El mar es fuente de vida y riqueza en las rías gallegas, pero también quien escribe a menudo la última nota musical de quienes tratan de bailar al son de sus olas.
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La edad de la inocencia