El faro del silencio de Ibón Martín Álvarez
Había llovido durante horas y hacía apenas unos minutos que el sol había ganado la partida a las nubes. A los hermosos tonos del cielo, se sumaban así unas notas salitrosas, arrastradas hasta la costa por una ligera brisa. Se mezclaban con el intenso olor a humedad que emanaba de la vegetación, empapada aún por las recientes lluvias.
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