El príncipe cruel de Holly Black
Me quieren ver asustada, eso está claro. Durante el simulacro bélico de la tarde, Valerian me pone la zancadilla y Cardan me susurra cosas horribles al oído. Vuelvo a casa cubierta de moratones, producto de las caídas y las patadas. Pero hay una cosa que no saben: sí, me dan miedo, pero siempre he vivido asustada, desde el día que llegué aquí. Me crio el hombre que asesinó a mis padres, retenida en una tierra llena de monstruos. Vivo con ese miedo, dejo que se asiente sobre mis huesos y lo ignoro. Si no fingiera que no estoy asustada, me escondería debajo de mi colcha de plumas de lechuza en la finca de Madoc para siempre. Me quedaría allí tendida, chillando hasta quedarme sin fuerzas. Me niego a hacer eso. No pienso hacer eso. Nicasia se equivoca conmigo. No deseo hacerlo tan bien como un hada en el torneo. Quiero ganar. No aspiro a ser como ellos. En mi corazón, ansío ser mejor que ellos. |