Una promesa infinita: La amistad es lo último que se pierde de Hecatombe
—¿Por qué no me avisaste que ibas a venir a pata? Te tocaba el timbre y caminábamos juntos.. —Bueno, ya estamos juntos ahora. ¿Querés que volvamos para atrás un par de cuadras y las volvemos a caminar? A mí me da igual. |