Al empezar a leerlo, no tenía muy claro lo que iba a encontrarme. Sabía que el libro trataba de economía, pero no cómo iba a enfocar su mensaje. Y la verdad es que me ha gustado, sobre todo porque está narrado como pequeños cuentos. Es verdad que el mensaje no es nuevo, pero aún así se agradece esta manera de explicar algo que a estas alturas, todos tendríamos que saber. Ahora, la parte histórica de la ciudad de Babilonia es fascinante.
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