El monstruo de Londres. La leyenda de Jack el Destripador de Gabriel Antonio Pombo
Insistía con que en esa espantosa obra siempre había creído poder reconocer la huella del dedo índice manchado del periodista, y que tenía unas sospechas muy fuertes con respecto a quién era el verdadero autor. Empero, advertía que quién fuera el redactor del truculento panfleto, para él estaba claro que no era el rufián loco que cometió los asesinatos.
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