La doncella de Orleans de Friedrich von Schiller
¡Siempre grave! ¡siempre austera! das a los otros la felicidad, pero no quieres compartirla. Fría como siempre, no participas de nuestra embriaguez. ¡Ah! ...como el cielo te reveló sus esplendores, no hay dicha en la tierra, capaz de conmover tu casto pecho
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