Leticia: Te he recordado tantas veces!!!! … Pepe: ahhh, ahhh!! Leticia: Siempre que regañaba con Paco me acordaba de ti. PEPE: Es que Paco regaña peor que yo? Leticia: Tiene otro estilo. No aguanta … se va. Tú no te ibas y se te podía decir todo lo que una quería. Regañar contigo estimulaba y despertaba el deseo de vivir. Te juro, Pepe, que con nadie he sido tan feliz regañando como contigo. Me lo he pasado bomba leyendo esta obra de teatro. Hemos pasado de la sumisión de la mujer la pasada semana a la del hombre, (o los hombres), en ésta. Es cierto que no es un drama sino una comedia por lo que a nadie se nos ocurriría criticar ni haber debatido sobre este asunto, pero se podría haber hecho 😉; Leticia era insufrible. Egoísta, infantil, interesada y dada a la polémica. Sus maridos eran para ella una cuenta bancaria a la que exprimir en lo económico y en lo psicológico, porque menudos benditos, aguantar a alguien cuya única distracción era buscar “peleita”. Se producen situaciones desternillantes, conversaciones absurdas, personajes tan inverosímiles y dados a la exageración que absolutamente todos son importantes e imprescindibles en la obra, porque con todos te ríes y de todos acabas guardando alguna anécdota. Si pensaba que el teatro leído podía ser aburrido, desde que estoy en #clasicosflash he descubierto que estaba en un error. Muy cortita y muy recomendable. Si tenéis ganas de pasar un par de horas con la sonrisa puesta, no dejéis de leerlo. + Leer más |