La fiera de las Highlands de Emma G. Fraser
Morrigan sintió una punzada en el corazón. Desde que la joven había contraído matrimonio con Craig, su relación con Keith se había enfriado ligeramente. Habían pasado de tratarse como los mejores amigos de todas las Tierras Altas a un trato meramente formal y frío, algo que le causaba mucho daño a Morrigan, pues había crecido con la esperanza de que ambos llegaran a ser algo más que amigos. Su corazón siempre se había exaltado cuando lo veía y después de lo ocurrido entre ellos en una de las fiestas de su clan, había dado por hecho que si alguna vez llegaba a casarse, sería con él.
|