Seguimos siendo tú y yo de Elsa M. R.
— Aerin. Preparate. Ya. — De veras, no tengo ganas de salir a cenar hoy. Ni siquiera a una cafetería. Estoy cansada... — ES UNA CITA. — ¿Qué? — Cenamos. Yo pago. Tú te callas y aceptas. ¡Una cita! — Ah, ¡una cita de amigos! Me había asustado. — UNA PUTA CITA COMO SI FUÉRAMOS JODIDOS NOVIOS, AERIN. |