Elizabeth y su jardín alemán de Elizabeth Von Arnim/Sara Morante
Después apareció de repente aquel que tiene derecho a aparecer cuando y como le plazca y me reprochó que no le hubiera escrito en todo aquel tiempo, y cuando le dije literalmente que había sido demasiado feliz para pensar en escribir, él pareció entenderlo como una reflexión sobre su persona que venía a significar que yo no necesitaba a nadie para ser feliz.
|