Rus de Ekaterina Tkatcheva Vasilieva
-Ya te dije yo que volveré, sin necesidad de todo esto – Oleg se levantó, dándose con la cabeza contra el techo, queriéndose marchar. Pero el viejo no se movía. Darina tampoco. Oleg esperó un momento pero nada pasaba. Por un instante pensó que el hechicero había muerto. Cuando ya estaba dando la vuelta para abrir la puerta, el viejo revivió y dijo solo tres palabras: -Será tu caballo. Oleg paró en seco y rugió: -Mi caballo, ¿qué? -Tu muerte. Tu muerte será tu caballo. |