Sobre el duelo de Chimamanda Ngozi Adichie
Este retraimiento es instintivo. [...] En verdad, al principio es una postura protectora, un encogerme ante el dolor, porque estoy agotada de llorar, y hablar de ello significaría ponerme a llorar de nuevo. Pero también es porque quiero estar a solas con mi pena. [...] Está la desesperación por deshacerme de esta carga, y también un anhelo enfrentado de mimarla, de abrazarla. ¿Es posible volverse posesiva con el propio dolor? Quiero llegar a conocerlo, quiero que me conozca. El vínculo con mi padre me era tan preciado que no puedo exponer mi sufrimiento hasta que haya delimitado su contorno.
|