El león, la bruja y el armario (Las Crónicas de Narnia 2) de C. S. Lewis
La gente que no ha estado en Narnia piensa a veces que una cosa no puede ser buena y terrible al mismo tiempo. Y si los niños alguna vez pensaron así, ahora fueron sacados de su error. Porque cuando trataron de mirar la cara de Aslan, sólo pudieron vislumbrar una melena dorada y unos ojos inmensos, majestuosos, solemnes e irresistibles. Se dieron cuenta de que eran incapaces de mirarlo
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