La desheredada de Benito Pérez Galdós
¿Qué mujer no tiene sombrero en los años que corren? Sólo las pordioseras que piden limosna se ven privadas de aquel atavío; pero día llegará, al paso que vamos, en que también lo usen. La Humanidad marcha, con los progresos de la industria y la baratura de las confecciones, a ser toda ella elegante y toda cursi. Con ser tipos perfectos de la miseria disimulada, las niñas de don José se habrían horrorizado de que les propusiera casarse con un hábil mecánico, con un rico tendero o con un propietario de aldea. |