Nace en Besançon el día de navidad con dos meses de antelación.
Su éxito como autor de cómic en el seno familiar lo hará probar suerte a nivel internacional y dejará sus maletas en Liège (Bélgica).
Ahí obtiene un máster en Bellas Artes y al mismo tiempo se estrena en el mundo del fanzine belga, lo que le abre las puertas de una breve experiencia como dibujante de prensa y la entronización de su no-superhéroe, Ordinaire Man, en una revista francófona de tirada corta.
En este momento empieza una decena de proyectos de cómics, probando gran variedad de formatos, desde strips hasta cuentos, desde one-shot hasta series manteniendo como vinculante un dibujo sintético y un humor sarcástico y absurdo.