SALVAJES de Antonio Ramos Revillas
Quien sabe qué tiene el futuro -pensé- pero ha de ser como esa lata de quién sabe qué cosa. Tomé una decisión: guardarla, no abrirla hasta que Má estuviera en casa. Me gustó la idea de que estuviera llena de nubes o canciones de piraguas, ¿Quíen dice que las latas sólo podían guardar cosas en escabeche o almíbar?
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