Cuentos de Anton Chéjov
Vemos a los que van al mercado a por provisiones, comen de día, duermen de noche, dicen tonterías, se casan, envejecen, llevan plácidamente a sus muertos al cementerio; pero no vemos ni oímos a los que sufren. Todo cuanto es horrible en la vida transcurre entre bastidores.
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