La dama del perrito de Anton Chéjov
Bien. Y ahora hay que hablar de lo positivo… No necesito una mujer rica. Jamás cometeré la canallada de casarme por dinero. No quiero ser yo el que coma el pan de la esposa, sino que sea la esposa la que coma el mío y así lo reconozca; pero tampoco quiero una pobre. Aunque soy hombre de medios y aunque me caso por amor, no por interés…, no puedo llevarme una mujer pobre, porque como usted sabe, la vida sube…, vendrían niños…
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