La hija de Thor de Anónimo
La vecindad de Thrud era el unico consuelo para las angustias de aquel malhadado viaje; su corazon se regocijaba en la belleza de la joven diosa; su espiritu, en el valor que la ornaba; y ante la contemplacion de aquellas rotundas formas femeninas, su cuerpo entero se sentia tenso como el vidrio que un agudo canto conmueve y agita hasta hacerlo explotar
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