Quince días en las soledades americanas de Alexis de Tocqueville
Un pueblo antiguo, el primero y legítimo dueño del continente americano, se va fundiendo día a día como la nieve bajo los rayos del sol y desaparece de la faz de la tierra a ojos vista, mientra que, en ese mismo lugar y ocupando su sitio, otra raza crece todavía con mayor rapidez. Es ésta última la que destruye los bosques y deseca los pantanos, mientras lagos semejantes a mares y ríos inmensos se oponen en vano a su marcha triunfal. De año en año las soledades se transforman en pueblos y los pueblos en ciudades.
|