De Inglaterra a Virginia de Alexandra Martin Fynn
—Así es, no iba en serio todo lo que le dije… —explicó la joven—. Me sentí atacada y reaccioné del modo equivocado. Le ruego me disculpe. —Está bien, por supuesto. —¿Aún desea guiarnos hasta la finca? —le preguntó. —Si puedo contar con su buen comportamiento, claro —dijo él. —Por supuesto —aseguró Anne—. Respecto a la condesa… bueno, no podría asegurarlo.Él rio. —Está bien, ya me ocuparé de conquistar con mis encantos a la amable señora. —Usted sí que tiene confianza en sí mismo. |