Esto no se dice de Alejandro Palomas
Creé un mundo propio en el que mi cuerpo no importaba, no era necesario para relacionarme. Bastaba con la vista y con el silencio para ser ese otro que sentía, reía y descubría el universo adulto entrando en él por la palabra escrita, y esa ventana me permitía calibrar el ritmo de acercamiento, los tiempos y las intensidades.
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