Yo, la muerte. Felipe II sobrerano de medio mundo de Hermann Kesten
-En España, la gente no se baña -explicó el confesor-. Los baños despiertan la lujuria. Una española piadosa odia bañarse. - Bañarse no es cristiano -indicó el mayor de los tres médicos, un anciano de ochenta años que amaba a las niñas pequeñas-. Sólo se bañan los moros. Son paganos. También a ellos se lo prohibió el rey. Bañarse es malo para la salud. ¡Sólo se bañan los enfermos! |